Con una jugosa salida de 14.000 €, una pieza realizada por el célebre luthier Ignacio Fleta alcanzó 19.000€ el 4 de marzo
El 4 de marzo se convirtió en una cita ineludible para cualquier experto en el campo de la guitarra: la casa de subastas Subarna licitó un importante ejemplo construido en 1972 por Ignacio Fleta (1897-1977) considerado el mejor luthier de la historia de este instrumento en el siglo XX.
Fleta tuvo una de las mejores formaciones para su profesión: era hijo de ebanistas y desde muy joven supo como trabajar la madera y conocer sus virtudes y defectos. Tanto fue así que con 13 años ya empezó a formarse como luthier y en 1915 fundó con sus hermanos el primer taller de violines, violas y violonchelos en la Calle dels Ángels (Barcelona). Poco a poco los instrumentos de cuerda frotada empezaron a ser altamente valorados por intérpretes y orquestas. Con tan solo 30 años es capaz de montar un taller en solitario para experimentar y centrarse en el tratamiento de la madera. No sería hasta aproximadamente 1935-36 que empieza a especializarse en el instrumento del que os hablamos hoy, la guitarra. Sus inicios fueron imitando los “stradivarius de las guitarras”, es decir, las obras de Antonio de Torres (1817-1892), considerado el padre de la guitarra clásica española. Su gran salto llegaría en 1955, cuando al escuchar a Andrés Segovia interpretando a Bach versionado a este instrumento de cuerda pinzada decide especializarse únicamente en este campo. Es entonces en el ‘57 que recibe el primer encargo importante por parte de Segovia, y quedando altamente satisfecho, la carrera de Fleta despega.
Sus años dorados se comprenden entre 1960 y 1975 cuando su tratamiento a la madera del cedro llega a su máxima perfección. Intérpretes como John Williams o Alírio Díaz encargaron ejemplares personalizados, y en la lista de espera de la época figuran nombres de altos dignatarios y monarcas como la propia emperatriz Farah Diba de Irán.
La guitarra que subastó Subarna forma parte de esta última etapa, y aunque no pueden revelar su procedencia, Vicente Climent, director de admisiones, nos revela que su procedencia es inmejorable. Según nos describe, está en un estado perfecto, ya que su mástil no presentaba curvatura alguna y estaba realizada en el famoso cedro envejecido que tan célebre hizo a este maestro constructor.
Además, el actual taller de los Fleta, regentado por sus descendientes, tiene una lista de espera de 7 años que día tras día va “in crescendo”, encareciendo aun más este tipo de guitarras. Las últimas subastas de piezas como esta se realizaron entre 2007 y 2012 (con lo cual hace tiempo que no salen a la luz) en dos importantes casas de subastas londinenses, Christie’s y Bonhams. Sus remates oscilaron entre los 15.000€ y los 80.000€ en la primera citada, con lo que Subarna se siente satisfecha de su venta.